sábado, 10 de diciembre de 2011

Hotu Matu’a "Leyenda Maori"

Una de las versiones más interesantes de las leyendas de origen, se encuentra en un manuscrito rapanui de comienzos del presente siglo, que reproduce con la grafía occidental las tradiciones de Pua Ara Hoa.

En él se describe con gran detalle la historia de Hotu Matua y las circunstancias que motivaron la partida desde su tierra ancestral: Hiva.

Los antiguos sabios (maori) pronosticaron que vendría un tiempo en que se hundiría la tierra, la subida de las aguas destruiría muchas vidas por lo que en las generaciones siguientes se construyen canoas para escapar de la isla.

En tiempos del Ariki Matua, se produce el conocido episodio del sueño o viaje del espíritu de Haumaka, que se desplaza hacia el Este en busca de una nueva tierra. Al llegar a la octava tierra, desciende en los islotes del vértice suoroeste de la isla, que identifica como los tres hijos del Ariki Taanga (padre de Matu’a) convertidos en piedra (Motu Kao Kao, Motu Iti y Motu Nui). El espíritu recorre la isla por la costa sur, hasta llegar a la bahía que hoy conocemos como Anakena. Antes de regresar llama a la isla "Te Pito O Te Kainga".

El espíritu vuelve a Hiva y se introduce en el cuerpo dormido de Haumaka, quien se dirige al Rey Hotu Matua. El Rey le ordena instruir a jóvenes en la construcción de una gran embarcación, reunir víveres y toda la carga necesaria para emprender el viaj e hacia la nueva tierra.

Se envían siete exploradores que constatan lo visto por el espíritu de Haumaka y recorren toda la isla antes de regresar a Hiva.

Hotu Matua realizó el viaje hacia la nueva tierra en dos embarcaciones, una de él y otra de su hermana Avareipua, ambas llenas de colonos y víveres para abastecerse y para el cultivo. Desembarcaron en la playa de Anakena, lugar que quedaría establecido como la residencia de los reyes. Al momento de desembarcar, la esposa del Rey, Vakai, dio a luz un niño llamado Tuu Maheke, el primer heredero del linaje real.

Hotu Matu’a dividió los territorios de la isla entre sus hijos, que fueron así los ancestros de las distintas tribus : Miru, Koro Orongo, Ngaure, Raa, Hamea, Ko Tuu, Hotu Iti, etc.

Hotu Matu’a vivió sus último días en el sector Rano Kau. Cuando se sintió cerca de su muerte, reunió a los principales jefes y designó a su hijo mayor como sucesor, pidió ser llevado al borde del volcán para mirar por última vez hacia su tierra natal al noroeste. Desde allí llamó a cuatro espíritus para que enviaran la señal de su partida a través del canto de los gallos. Entonces, sus hijos lo llevaron a su casa, donde falleció, Su cuerpo fue enterrado en Akahanga.

Hasta aquí la leyenda no permite conocer con certeza la veracidad histórica ni la época en que habrían ocurrido estos hechos.

Organización social

A partir de la leyenda del Rey Hotu Matua se define un orden social encabezado por la familia real (Ariki Paka), la aristocracia religiosa que incluía a sabios (maori) y sacerdotes (ivi atua), jefes militares (matatoa), profesores que enseñaban el arte de leer (maori rongo rongo) y la gente común (huru manu) que constituía la base de la pirámide social.

La posición de la aristocracia se sustentaba en su origen divino, como descendiente de los dioses creadores. En la línea de los Ariki de Rapa Nui, el hijo primogénito estaba destinado a recibir el poder como líder religioso de la isla. Los hombres importantes como el Ariki estaban investidos de un poder de origen sobrenatural el mana, y protegidos por las normas tapu, lo prohibido.

La unidad social mayor era el "Mata" o clan, cuyos orígenes se remontaban al propio Hotu Matu’a. Los territorios se marcaban definiendo líneas rectas a partir de la costa hasta el centro de la isla. Hasta hoy se conservan hitos demarcatorios, montículos de piedras llamados Pipi Horeko.

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